El remo roza dulcemente, acaricia
con suavidad el liso mar de Alejandría.
Conviene un descanso así: son pesadas las fatigas.
Y mirar de tanto en tanto las cosas con inocencia, amables.
Pero ha anochecido, por desgracia. Bebí ya todo el vino,
no queda en la botella ni una gota.
Es hora de volver a otros asuntos, ay.
La renombrada casa (el ilustre Sosibio junto a su buena
esposa, digámoslo así) nos invitan a su fiesta.
Debemos marchar de nuevo a las intrigas,
retomar otra vez la tediosa política.
(De CP Cavafis, Poesía completa,
Trad. de Juan Manuel Macías, Pre-Textos 2015)