lunes, 23 de marzo de 2009

Publicité

Me avisa mi amigo y vecino Álex Chico de que ya está en el aire el nuevo número, en versión digital, de la revista Kafka, codirigida por Sergio Sastre y el propio Álex. No se la pierdan bajo ningún concepto. En ella encontrarán espléndidos textos de Jordi Doce, Efi Cubero, Daniel Casado y Juan Salido-Vico. A destacar también una entrevista a Gonzalo Hidalgo Bayal y una reseña de Eduardo Moga al magnífico poemario de José Luis Gómez Toré Fragmentos de un cantar de Gesta.

Otra buena noticia. Mi amigo y vecino Juan Salido-Vico ha sido flamante áccesit del premio de poesía Ciudad de Zaragoza, con un conjunto de sonetos reunidos bajo el sugerente título Gozne. El pacharán tiene que volver a correr con carácter de urgencia en este blog.

Y, ya que se ha hecho público, les anuncio que un servidor de ustedes tiene el honor de haber sido invitado a leer sus poemas en el ciclo de lecturas que Álex Chico y Juan Salido-Vico organizan en La Cigale, en Barcelona. Mi lectura, si no me falla la voz y consigo superar mi habitual timidez, está programada para el 27 del mes más cruel. Comparto cartel, nada menos, con Agustín Calvo Galán, Miguel Cordero, Javier Cubero y Ana Gorría. No dejen de visitar el blog oficial de Els dilluns de la cigale.

Como ven, todo son noticias agadables en estos días, incluyendo la entrada en las Afinidades Electivas de mi vecina y amiga la poeta Olga Bernad y que a las azucenas y las rosas les ha dado por andar desnudas. Indudablemente, estamos rodeados de héroes.

viernes, 20 de marzo de 2009

Azucenas en camisa

Hoy, que comienza la primavera (o algo parecido), me entran unas ganas terribles de rescatar a Gerardo Diego de esa cárcel llamada "bachillerato". Gerardo Diego es uno de los mejores poetas del siglo XX, y la poesía del siglo XXI, cuando se tranquilicen las aguas, estará claramente en deuda con él. Así que aquí les dejo uno de sus más célebres singles, escrito en plena fiebre gongorina. Si todo soneto es a Violante, todo poema es adrede.

****

Venid a oír de rosas y azucenas
        la alborotada esbelta risa
Venid a ver las rosas sin cadenas
       las azucenas en camisa

Venid las amazonas del instinto
       los caballeros sin espuelas
aquí al jardín injerto en laberinto
       de girasoles y de bielas

Una música en níquel sustentada
       cabellos curvos peina urgente
y hay sólo una mejilla acelerada
       y una oropéndola que miente

Agria sazón la del febril minuto
       todo picado de favores
cuando al jazmín le recomienda el luto
       un ruiseñor de ruiseñores

Cuando el que vuelve de silbar a solas
       el vals de «Ya no más Me muero»
comienza a perseguir por las corolas
       la certidumbre del sombrero

No amigos míos Vuelva la armonía
       y el bienestar de los claveles
Mi corazón amigos fue algún día
       tierno galope de corceles

Quiero vivir La vida es nuevo estilo
       grifo de amor grifo de llanto
Girafa del vivir Tu cuello en vilo
       yo te estimulo y te levanto

Pasad jinetes leves de la aurora
       hacia un oeste de violetas
Lejos de mí la trompa engañadora
       y al ralantí vuestras corvetas

Toman las nubes a extremar sus bordes
       más cada día decisivos
Y a su contacto puéblense de acordes
       los dulces nervios electivos

Rozan mis manos dádivas agudas
       lunas calientes y dichosas
Sabed que desde hoy andan desnudas
       las azucenas y las rosas

lunes, 16 de marzo de 2009

Intermedio

«La imagen múltiple no explica nada; es intraducible a la prosa. Es la Poesía en el más puro sentido de la palabra. Es también, y exactamente, la Música, que es sustancialmente el arte de las imágenes múltiples; todo valor disuasivo, escolástico, filosófico, anecdótico es esencialmente ajeno a ella. La Música no quiere decir nada. (A veces parece que quiere; es que no sabemos despojarnos del hombre lógico, y hasta las obras bellas, desinteresadas, les aplicamos un porqué). Cada uno pone su letra interior a la Música, y esta letra imprecisa varía según nuestro estado emocional.»

Gerardo Diego, Posibilidades creacionistas

jueves, 12 de marzo de 2009

Cantiga del despertador

Acude en la deriva de tus senos
desde el balcón que besan los suicidas,
sobre los aparejos del olvido.

Tiende una tibia estela de distancias,
de octubres en galope. Tráeme el tiempo
con sabor a metal adormecido.

Baja gritando por las catedrales
entre la pura vertical desnuda
y la querencia del meteoro huérfano.

Sé todo cuerpo, sin favor del aire.
Fatiga balaustradas, tráeme el tiempo
sangrando largamente sus racimos.

Llena mis ojos desde tu hemisferio
con el agua perpetua de esa noche
donde se fundan todas las estrellas.

(De Cantigas y cárceles)

lunes, 9 de marzo de 2009

Leixaprén

La más bella y misteriosa cantiga de amigo de Martín Códax siempre me pareció, sin duda, esa que empieza por el verso "Ay Deus, se sab' ora meu amigo". La leí por primera vez, aturdido, en la benemérita Lírica española de tipo popular de la gran filóloga mexicana Margit Frenk Alatorre. Sus dos últimos versos los usé tiempo depués como lema para un soneto mío que formó parte de mi libro Azul de enero. El soneto, a estas alturas, ya no tiene remedio, y para mayor desgracia no consiguió curarme de la enfermedad recurrente que siento por esta cantiga y por su enigmático sujeto. Y es que esa chica desconsolada que llora frente al mar de Vigo siempre me regresa intacta en su disgusto cuando la primavera, o algo parecido, amenaza con manifestarse. No puedo con ella, ni logro hacer que pare de llorar o de llover. Ni mucho menos pueden los eruditos, tan insensibles, que tienen un nombre para todo. Hablan de paralelismos y de leixaprén, como si todo eso la consolara a la pobre. Leixaprén, una palabra con cadencia de conjuro que designa el recurso retórico de usar los segundos versos de dos pareados al principio de las dos siguientes estrofas. Pero ese llanto va más allá de los voluntariosos quehaceres del taller del artesano. Es un llanto que nos sobrecoge de puro verdadero, y ahí reside la victoria y el talento del trovador gallego. Seis estrofas entreveradas por un estribillo obsesivo y descarnado. Y ese llanto circular y cerrado sobre sí mismo, sin ninguna esperanza que no sea el amigo que nunca vendrá, porque, como todo poema bien acabado, la cantiga es infinita. Y también nos demuestra que, en extrañas ocasiones, el arte también prefiere la simetría.

Pero la cantiga fue escrita, sobre todo, para ser cantada. La mejor versión que conozco es la del grupo australiano Sinfonye (sic). Es una versión que puede molestar a los puristas, de tan libre y apasionada. Así debe ser. Creo que Martín Códax estaría satisfecho de escuchar su desgarro galaico-portugués en esta voz de lejano acento y raro sabor de antípodas. Creo, por otra parte, que Martín Códax escribió un blues y nadie se lo dijo, ni siquiera los eruditos.

Ay Deus, se sab' ora meu amigo
com' eu senneira estou en Vigo!
E vou namorada.

Ay Deus, se sab' ora meu amado
com' eu en Vigo senneira manno!
E vou namorada.

Com' eu senneira estou en Vigo,
e nullas gardas non ei comigo!
E vou namorada.

Com' eu senneira en Vigo manno,
e nullas gardas migo non trago!
E vou namorada.

E nullas gardas non ei comigo,
ergas meus ollos que choran migo!
E vou namorada.

E nullas gardas migo non trago,
ergas meus ollos que choran ambos!
E vou namorada.